El Papa se reunió con el líder de la principal ONG islámica, la Liga Musulmana Mundial. Esta organización basada en la Meca declara el rechazo a la violencia y al terrorismo, y promueve el diálogo. Trabaja en la defensa apologética del Islam y financia a algunas comunidades musulmanas.
Después de la reunión con Muhammad al-Issa, el Papa saludó al resto de la delegación.
Como regalo, el secretario general le entregó esta escultura, símbolo de la arquitectura islámica y del deseo de diálogo.
El Papa le entregó una pluma que imita las columnas del baldaquino de San Pedro. Le dijo que espera que se acuerde de este encuentro cuando escriba mensajes de paz.
Según la prensa saudí, Al-Issa apreció la repulsa del Papa hacia quienes identifican el Islam con el extremismo o el terrorismo.