El 11 de febrero de 2013, estas palabras pronunciadas con calma por Benedicto XVI provocaron un terremoto en la Iglesia católica. Eran las 11:45 de la mañana.
BENEDICTO XVI
'Por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrinoâ?.
Después de esa declaración abandonó en silencio la reunión con los cardenales, como si nada. Dos días después confirmó de nuevo en público la renuncia durante una audiencia general.
BENEDICTO XVI
13 de febrero de 2013
'Queridos hermanos y hermanas, como sabéis he decidido... Gracias por vuestra simpatía... He decidido renunciar al ministerio que el Señor me confió el 19 de abril de 2005. He hecho esto con plena libertad por el bien de la Iglesia, después de haber rezado mucho tiempo y haber examinado delante de Dios mi conciencia, siendo conocedor de la gravedad de este acto, pero también sabiendo que no estoy preparado para desempeñar el ministerio petrino con la fuerza que este requiere. Gracias. He sentido casi físicamente en estos días para mí nada fáciles la fuerza de la oración, que el amor dela Iglesia, vuestra oración, me trae. Continuad rezando por mí, por la Iglesia y por el futuro Papa. El Señor lo guiaráâ?.
Benedicto tenía entonces 85 años, y se convirtió en el primer pontífice que renuncia en pleno ejercicio de sus funciones papales. Su último acto como Papa fue un encuentro con cardenales en el que dejó un mensaje para su sucesor.
BENEDICTO XVI
'Entre vosotros, en el Colegio Cardenalicio está el futuro Papa al cual ya desde hoy prometo mi incondicional reverencia y obediencia'.
La renuncia del Papa entró en vigor el 28 de febrero, a las 20:00 hora de Roma. La señal fue la retirada de la Guardia Suiza, que pasó a estar a disposición de los cardenales.
Desde entonces, sólo ha tenido un discurso en público. Éste, cuando celebró sus 65 años como sacerdote, en el que dedicó estas palabras a Francisco.
BENEDICTO XVI
28 de junio, 2016
'La bondad que ha mostrado desde el primer momento de su elección, en cada momento de mi vida aquí, me impresiona, me llega hasta lo más profundo. Más que en los jardines del Vaticano, con su belleza, el lugar donde yo vivo es su bondad, allí me siento protegido'.
Benedicto lleva una vida discreta, alejada de las miradas, y cerca del Papa Francisco. Vive aquí, en el Monasterio 'Mater Ecclesiae'. Sólo la ha abandonado una vez, para visitar Castel Gandolfo, durante un viaje del Papa fuera de Roma.
Sabe que está enseñando a los futuros papas cómo debe actuar un pontífice cuando renuncie: y lo hace apoyando a su sucesor con discreción, serenidad y oraciones.