Es el breviario del padre Jacques Hamel abierto por la última página que leyó antes de ser asesinado por dos terroristas que actuaban en nombre del Daesh.
A partir de ahora permanecerá en Roma, en la iglesia de San Bartolomé donde se conservan las reliquias de otros cristianos asesinados por odio a la fe.
Con esta ceremonia, el arzobispo de Rouen, acompañado por la hermana y dos sobrinos del sacerdote, hicieron entrega del libro.
MONS. DOMINIQUE LEBRUN
Arzobispo de Rouen (Francia)
'Debo confesar que cuando se nos propuso por primera vez pensé que era demasiado pronto, que tendríamos que haberlo hecho más tarde. Pero después de escuchar al Papa vi que me había equivocado. El Papa fue más rápido que yo. Me siento muy feliz por esta oportunidad de manifestar que el padre Jacques está en la corriente de los mártires de la Iglesia'.
El breviario permanecerá en este altar dedicado a los mártires modernos en Europa. Fue un acto sencillo pero muy simbólico y emotivo en memoria de un hombre que también fue sencillo, un pastor con olor a oveja.
MONS. DOMINIQUE LEBRUN
Arzobispo de Rouen (Francia)
'El padre Jacques era un hombre humilde, manso. No se hablaba de él. Yo he mirado donde están los informes de los sacerdotes y su informe está vacío. No hay nada. ¿Por qué? Porque él hacía lo que debía hacer. No ha habido nunca ni una sola queja ni tampoco nada muy destacable. Era un hombre tranquilo que cumplía con su deber'.
La diócesis se ha comenzado a preparar para iniciar el proceso de beatificación. El arzobispo asegura que de momento, esperarán los cinco años marcados por el Derecho Canónico aunque él ya pide intercesión al sacerdote.
MONS. DOMINIQUE LEBRUN
Arzobispo de Rouen (Francia)
'Sí. Sí, ya le he pedido muchas cosas y especialmente por las vocaciones sacerdotales en nuestra tierra francesa, en Occidente, para que haya hombres que hagan presente a nuestro Señor Jesús'.
A partir de ahora cualquier peregrino podrá también rezar para pedir intercesión a este sacerdote. El propio Papa Francisco explicó que podía hacerse porque el padre Jacques Hamel es ya puede considerarse como un mártir.