El Secretario General de la ONU abrió en español la quinta intervención de un Papa en las Naciones Unidas ante ministros y embajadores de 193 países.
Ban Ki-moon
'Es un honor para nosotros ser sus anfitriones durante esta histórica visita'.
Francisco expuso su extensa visión sobre la protección del medio ambiente y social, dos cuestiones relacionadas entre sí.
FRANCISCO
'El abuso y la destrucción del ambiente, al mismo tiempo, van acompañados por un imparable proceso de exclusión. Un afán egoísta e ilimitado de poder y de bienestar material lleva tanto a abusar de los recursos materiales disponibles como a excluir a los débiles'.
Señaló que la humanidad debe reconocer que no es dueña absoluta de la naturaleza, que tiene que reconocer sus derechos, respetarla como es y aceptar sus consecuencias entre ellas, citó el rechazo de la ideología de género.
FRANCISCO
'Por eso, la defensa del ambiente y la lucha contra la exclusión exigen el reconocimiento de una ley moral inscrita en la propia naturaleza humana, que comprende la distinción natural entre hombre y mujer y el absoluto respeto de la vida en todas sus etapas y dimensiones'.
En un discurso claro, directo pero sereno, Francisco también recordó algunos principios de la Carta de las Naciones Unidas que se vienen incumpliendo de forma sistemática, como el negocio de las armas.
FRANCISCO
'Una ética y un derecho basados en la amenaza de destrucción mutua 'y posiblemente de toda la humanidad' son contradictorios y constituyen un fraude a toda la construcción de las Naciones Unidas, que pasarían a ser 'Naciones unidas por el miedo y la desconfianza'. Hay que empeñarse por un mundo sin armas nucleares, aplicando plenamente el Tratado de no proliferación, en la letra y en el espíritu, hacia una total prohibición de estos instrumentos'.
En ese sentido alabó el reciente acuerdo entre Irán y las seis grandes potencias mundiales. También recordó las consecuencias negativas que tuvieron intervenciones militares y políticas no coordinadas entre los miembros de la comunidad internacional y entre sus consecuencias, mencionó a los cristianos y otras minorías, también musulmanas, perseguidas en Oriente Medio. Al terminar su discurso el Papa fue obsequiado con la intervención de un coro que interpretó una conocida nana argentina 'Duerme negrito'.