Difusión: Parte no reutilizable después de las 17:00GMT del 30 de septiembre de 2023. Digital: Parte no reutilizable después de las 17:00GMT del 30 de septiembre de 2023. Sólo para clientes de Rome Reports.
En el estadio Vélodrome, Francisco saludó desde el papamóvil a los miles de peregrinos que lo esperaban para la misa.
En su homilía, el papa reflexionó sobre la visita de María a su prima, santa Isabel, recordando que san Juan saltó en su vientre tras escuchar el saludo de María. Francisco animó a todos a tener una fe que les lleve a saltar ante la vida, es decir, a tener un corazón cálido y compasivo.
FRANCISCO
Es lo contrario de un corazón plano, frío, acomodado a una vida tranquila, que se blinda en la indiferencia y se vuelve impermeable, que se endurece, insensible a todo y a todos, aun al trágico descarte de la vida humana, que hoy es rechazada en tantas personas que emigran, así como en tantos niños no nacidos y en tantos ancianos abandonados.
El papa también hizo hincapié en la necesidad de cuidar del prójimo en las acciones sencillas y cotidianas de la vida. Subrayó la necesidad de abrirse a los demás. Instó a Europa a no permanecer pasiva a la hora de responder a las necesidades de los más vulnerables y frágiles.
FRANCISCO
Nuestras ciudades metropolitanas y los muchos países europeos, como Francia, donde conviven culturas y religiones diferentes, son en este sentido un gran desafío contra las exasperaciones del individualismo, contra los egoísmos y las cerrazones que producen soledades e indiferencias.
Antes de la bendición final, Francisco recordó a quienes perdieron la vida en los atentados terroristas, en particular uno en Francia en 2016 en el que murieron 86 personas.
FRANCISCO
Quisiera saludar a los hermanos y hermanas que vinieron de Niza, acompañados por el obispo y el alcalde, y que sobrevivieron al terrible atentado del 14 de julio de 2016. Dirigimos una oración para recordar a quienes perdieron la vida en aquella tragedia.
El terrorismo es cobarde.
Tras la misa, el papa Francisco se desplazó al aeropuerto internacional de Marsella para reunirse en privado por última vez con el presidente Macron. Luego, subió al avión para el vuelo de 90 minutos de regreso a Roma.
KG
