El Papa Francisco se reunió con el príncipe y la princesa de Mónaco, Alberto II y su esposa Charlène, en el Vaticano.
Mientras que las reinas y princesas católicas pueden vestir de blanco al reunirse con el Papa, como hizo la princesa Charlène la última vez que se reunieron en 2016, esta vez optó por el negro.
Como regalo, el príncipe entregó al Papa un dibujo de la capilla del Palacio del Príncipe de Mónaco.
A cambio, el Papa les regaló una escultura de bronce de un niño ayudando a otro a levantarse bajo las palabras 'amar, ayudar', y les explicó su significado:
[Es] el único momento en el que una persona puede mirar a otra abajo, y ayudarla a levantarse.
A continuación, el Papa Francisco hizo un encargo especial a la princesa.
Recen por mí, no lo olviden. Este trabajo no es fácil.
Y transmitió sus saludos a sus dos hijos.
Una bendición, y saluda a los niños.
Mónaco es la dinastía más antigua de Europa, con más de 700 años. Sin embargo, al ser un principado reconocido por el rey de Francia en la época medieval, el título de su soberano es el de príncipe, en lugar de rey.
AM