-¡Este es Francisco! ¡Es Francisco! Es el momento más bonito. El más alegre. El más luminoso. ¡Mirad la luz que emana!
-No exageres, eh, no exageres.
-¿Cómo no exagerar?
El actor y director italiano Roberto Benigni visitó al Papa Francisco.
-Su visita me honra.
-¡A mí que me vea! Debo decirle de inmediato que le saluda mi mujer Nicoletta.
El autor de La vida es bella le presentó al Papa “Francesco il Cantico”. Es un monólogo poético interpretado por él mismo sobre el santo de Asís.
-Disculpe mi falta de humildad, pero este soy precisamente yo que hago un espectáculo sobre Francisco, San Francisco. Y digo un espectáculo porque su vida es un espectáculo. Usted lo sabe bien. Es jesuita, pero se llama Francisco.
El Papa y el cómico hablaron de la vida del santo.
-Imitó a Jesús como nadie.
-Lo digo aquí.
-¿Ah, sí?
-Lo dije. Lo digo. De hecho él se casa con la pobreza, que era la mujer de Jesucristo. Llevaba mil años viuda.
Francisco le regaló un libro suyo y una medalla de su noveno año de pontificado. Se despidieron con un beso.
-Todo mi bien, Santidad. Rezamos por usted.
Rodrigo Moreno Quicios