En la entrevista de Associated Press a Francisco también se afrontó la cuestión de la Iglesia y la homosexualidad.
Le preguntaron al papa qué debería hacer la Iglesia en lugares donde las normas jurídicas de los Estados “contribuyen a un clima de violencia, discriminación, contra la comunidad gay y trans”.
El papa dijo que aunque la Iglesia considere que las personas homosexuales que mantienen relaciones entre sí pecan, esa situación es injusta.
Días después, en una carta enviada al jesuita James Martin, sacerdote jesuita involucrado con la atención pastoral del colectivo LGTBQ, Francisco explicó qué quiso decir.
Dijo que las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo son pecado, porque para la Iglesia “todo acto sexual fuera del matrimonio es pecado”.
Al mismo tiempo recordó que hay que tener en cuenta siempre que “hay circunstancias que disminuyen o anulan la culpa” y que, en todo caso, es siempre equivocado “criminalizar la homosexualidad”.
JRB