Pasaron solo tres días desde el último episodio. En la tarde del tres de marzo el papa sufrió una doble crisis respiratoria grave y un broncoespasmo. Fueron causados por la acumulación excesiva de moco en los bronquios.
Los médicos consiguieron limpiar las vías respiratorias usando un sistema de ventilación no invasiva que ayuda al papa a respirar sin necesidad de entubarlo.
Este fue el tercer episodio de crisis que sufre el papa en el hospital y el segundo en pocos días. Los médicos siguen sin hacer previsiones. A pesar de la aparente mejoría del papa en la semana anterior los problemas de las últimas jornadas han acabado con el optimismo. El papa sigue sin estar fuera de peligro.
JRB