Los obispos italianos desmienten algunas de las interpretaciones publicadas a raíz del nuevo documento sobre los seminarios. Un texto que, además, cuenta con el apoyo del departamento vaticano encargado del clero.
La pregunta que muchos se han hecho al leer el punto 44 es si queda abierta la puerta a los seminaristas con tendencias homosexuales.
MONS. STEFANO MANETTI
Presidente, Comisión para el Clero y Vida Consagrada (CEI)
No, eso no es cierto, porque el número 44, que habla de esto, comienza reafirmando la doctrina tradicional de que las personas que practican la homosexualidad, tienen tendencias homosexuales profundamente arraigadas y apoyan la cultura gay no pueden ser admitidas en el seminario.
Desde la Conferencia, reiteran que la novedad del documento es recordar que la esfera sexual de los candidatos al sacerdocio es importante. Sin embargo señalan que no se deben perder de vista otras cuestiones.
La duda también está en qué se quiere decir que una persona tenga una tendencia homosexual profundamente arraigada. En caso de que sea así, como dicta la doctrina, no podría ser admitida.
MONS. STEFANO MANETTI
Presidente, Comisión para el Clero y Vida Consagrada (CEI)
Queremos decir “profundamente arraigado” cuando la persona declara tendencias homosexuales que determinan habitualmente su forma de pensar, actuar y ser.
El último documento del Vaticano que habla sobre esta cuestión es el que publicó la entonces Congregación del Clero en 2016. En él se recuerda que para ser sacerdote no basta que el candidato lo desee. Porque la Iglesia tiene la responsabilidad de discernir si la persona en cuestión es idónea o no.
En cualquier caso, el texto de los obispos italianos son directrices para su territorio; no aplican a nivel global ni hablan en nombre de la Santa Sede para todos los países, sino que son directrices para una realidad eclesial específica, en este caso, la de Italia.
CA