Francisco se reunió con los miembros del dicasterio para los laicos con motivo de su asamblea plenaria, en la que reflexionaron sobre los laicos y los ministerios en una Iglesia sinodal.
Francisco les dijo que hay ministerios que actualmente pueden desarrollar los laicos pero al mismo tiempo les advirtió de un peligro: el de pensar que un laico solo sirve para eso. Dijo que es peor cuando un laico piensa de sí mismo que esa es su misión.
FRANCISCO
Yo me enfado cuando veo ministros laicos que, perdonad la expresión, se “inflan” al llevar adelante un ministerio. Cumplen con el ministerio pero no lo viven como un cristiano. Son ministros paganos, llenos de sí mismos.
Francisco señaló que es importante recordar que un laico no es una especie de monaguillo, sino que tiene entre manos la importante tarea de llevar los valores cristianos al mundo social, político y económico.
Concretamente hizo hincapié en la necesidad de que los laicos ayuden a los migrantes y en la lucha contra las “nuevas formas de pobreza”.
Después, el papa salió a la plaza de San Pedro. Allí le esperaban los peregrinos que fueron a Roma para agradecer la beatificación de Armida Barelli, una mujer italiana que vivió en la primera mitad del siglo XX.
Era dirigente de Acción Católica y fue cofundadora de la Universidad Católica del Sagrado Corazón y de otras dos instituciones: las Misioneras y la Obra de la Realeza de Nuestro Señor Jesucristo. El papa reflexionó sobre la peculiar vocación de esta mujer; que decidió consagrarse pero sin irse a un convento o monasterio. Permaneció en las realidades temporales de su momento histórico.
FRANCISCO
La consagración secular es paradigma de un nuevo modo de vivir como laicos en el mundo.
Decía San Pablo VI: Si permanecen fieles a su vocación propia, los Institutos Seculares se convertirán casi en un “laboratorio experimental” en el que la Iglesia verifica las modalidades concretas de sus relaciones con el mundo.
La beatificación de Armida Barelli fue el 30 de abril del 2022.
JRB