El secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, también participó en la cumbre de Suiza sobre la paz en Ucrania. Lo hizo en calidad de observador.
Putin había lanzado una propuesta de diálogo un día antes de la reunión. En ella decía que para iniciar conversaciones de paz, entre otras cosas, pedía la anexión de cuatro territorios diferentes de Ucrania, el 15% del territorio del país, y la retirada de las tropas locales.
Tras la cumbre el Vaticano emitió un comunicado. Entre otras cosas rechazar esta propuesta.
(La Santa Sede) desea reafirmar la validez del principio fundamental del respeto de la soberanía de cada país y de la integridad de su territorio.
Parolin también hizo hincapié en la preocupación por el incumplimiento de las Convenciones de Ginebra y renovó el compromiso del Vaticano de facilitar el retorno de los niños ucranianos desde Rusia.
La declaración final de la Cumbre hizo un llamamiento al diálogo entre todas las partes, reafirmó la integridad territorial de Ucrania y afirmó que cualquier uso de armas nucleares en la guerra en curso es inadmisible. Fue firmada por 80 de los 92 países presentes. Siguiendo el carácter diplomático de la Santa Sede, la delegación vaticana no firmó la declaración final.
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