En junio el papa ha demostrado estar en gran forma. Camina menos y se le ve mucho más en silla de ruedas pero su actividad es constante. En las últimas dos semanas ha tenido unos 80 encuentros; entre actos públicos y semipúblicos y reuniones bilaterales.
Lo más destacado es que se le ha visto siempre rápido de cabeza, espontáneo y con pocos problemas a la hora de respirar.
Y además se le pudo ver en escenarios de todo tipo. Desde en la puerta de un garaje de la periferia de Roma visitando a un grupo de parroquianos… hasta manteniendo un sinfín de encuentros bilaterales durante la reunión del G7.
El día de G7 su jornada laboral superó las 12 horas. Antes de viajar al sur de Italia por los encuentros tuvo otras tres reuniones en el Vaticano.
Y en mayo el ritmo tampoco fue bajo. Además de los eventos ordinarios presidió la Jornada Mundial de los Niños e hizo una visita pastoral en Italia.
JRB