Ambiente festivo en el Vaticano para recibir al papa. Así, con música en directo, llegaba Francisco en el papamóvil para su audiencia general de los miércoles.
En su discurso, Francisco habló de Papúa Nueva Guinea, país al que viajará en unos meses, y donde una avalancha de tierra dejó enterradas a unas 2.000 víctimas. Según las Naciones Unidas, unas 7.000 personas han sufrido las consecuencias de este desastre natural.
FRANCISCO
Deseo asegurar mis oraciones por las víctimas del gran deslizamiento de tierras que arrasó algunas aldeas de Papúa Nueva Guinea. Que el Señor consuele a las familias que perdieron sus hogares y al pueblo papú, con el que, si Dios quiere, me reuniré el próximo mes de septiembre.
El papa también recordó a uno de sus predecesores, Pablo VI. Incluso les dio una recomendación para leer a los peregrinos presentes.
FRANCISCO
Hoy celebramos la memoria litúrgica de San Pablo VI, pastor ardiente de amor a Jesús, a la Iglesia y a la humanidad. Este aniversario ayudará a todos a redescubrir la alegría de ser cristianos, suscitando un renovado compromiso en la construcción de la civilización del amor. Y lo recuerdo. Si tenéis un poco de tiempo, leed la carta de Pablo VI, Evangelii Nuntiandi, que sigue siendo de actualidad.
Al finalizar, Francisco renovó su llamamiento para que se ponga fin a la guerra en lugares como Ucrania, Palestina, Israel o Birmania. Repitió lo que lleva diciendo mucho tiempo: que las grandes víctimas de la guerra son los niños que pierden la sonrisa.
CA