Así comenzaba uno de los encuentro más especiales para el papa Francisco: al son de la música de Albano.
Por primera vez, Francisco se reunía en el Vaticano con unos 6.000 abuelos y nietos. El papa les habló de cómo su abuela fue la persona que le transmitió la fe cuando era pequeño.
FRANCISCO
Yo también la recibí de mi abuela, de quien aprendí por primera vez sobre Jesús, que nos ama, que nunca nos deja solos, y que nos exhorta a estar cerca unos de otros y a no excluir nunca a nadie. Aún recuerdo las primeras oraciones que me enseñó mi abuela.
El papa también habló de la importancia de escuchar a los mayores y sus experiencias a lo largo de la vida, pues han tenido que presenciar muchas veces momentos duros y complicados.
FRANCISCO
Las personas mayores usan gafas -casi todas-, pero ven de lejos. ¿Por qué? Ven lejos.
Porque han vivido muchos años y tienen muchas cosas que enseñar: por ejemplo, lo fea que es la guerra. Esto lo aprendí hace mucho tiempo de mi abuelo, que había vivido el 14, el Piave, la Primera Guerra Mundial, y que me hizo comprender con sus historias que la guerra es algo horrible.
Al terminar la audiencia, abuelos y nietos le hicieron una sorpresa al papa. Entre todos, eligieron este apodo para Francisco.
Quería darle una sorpresa, Su Santidad. ¿Están listos?
Estamos listos.
Papa Francisco… Abuelo del mundo.
¿Le gusta?
Papa Francisco… Abuelo del mundo.
Después, Francisco se acercó a saludar en su silla de ruedas a muchos de los abuelos y nietos presentes en este encuentro.
CA
