Ya se habían saludado por primera vez el día anterior, en la canonización de Mama Antula: la primera santa argentina…
-¡Te cortaste el pelo!
-Me emprolijé. ¿Te puedo dar un beso?
-Sí, hijo, sí. Un gusto verte. Gracias por venir.
Y, al día siguiente, se vieron oficialmente en una audiencia privada en el Vaticano. Duró una hora y diez minutos, algo inusual para el primer encuentro de un presidente con el papa.
La relación entre ambos líderes no empezó bien, después de las palabras de Milei en las que llamó “imbécil” y “comunista” al papa, y por las que pidió perdón en campaña electoral.
Sin embargo, en este encuentro, pareció que nada de esto hubiese sucedido. Ambos se mostraron sonrientes y en bastante sintonía.
Uno de los temas del diálogo fue el programa del nuevo Gobierno para enfrentar la crisis económica que atraviesa Argentina.
En el intercambio de regalos, el presidente le entregó al papa la copia de una carta de 1854, en la que se acreditaba como representante en Europa a Alberdi, un pensador liberal argentino al que Milei ha citado en varias ocasiones.
-Gracias por tus…
-No, gracias por tu…
-Lo de Alberdi me gustó.
-Ese es el tremendo…
El presidente también estuvo acompañado por varios miembros de su gobierno. Entre ellos, estaba su hermana Karina, secretaria de la Presidencia y, según Milei, el pilar de su carrera política.
CA