El padre Gabriel Romanelli nació en Argentina, pero lleva 28 años como misionero en Medio Oriente. Cinco de ellos en la única parroquia católica de la Franja de Gaza, la parroquia latina de la Sagrada Familia.
Antes de la ofensiva israelí, viajó a Belén y desde el 7 de octubre no ha podido regresar a su parroquia. El padre Yussef Asaad, misionero en Gaza, ha tomado las riendas con el cuidado de la parroquia y los 600 refugiados que ahora se encuentran ahí. Desde la distancia, el padre Romanelli se comunica con ellos.
GABRIEL ROMANELLI
Párroco, Gaza
Ellos se levantan a la mañana, ordenan un poco el templo porque habiendo tantas personas, por todos lados duermen personas, los ancianos y algunos heridos en la iglesia misma.
Hacen el rosario, celebran la misa, después van a los servicios. Es decir, para ordenar la parroquia que pasó a ser campo de refugiados, hace falta mucho trabajo. Es difícil.
Entre los refugiados hay católicos y griegos ortodoxos. El padre Romanelli dice que antes del 7 de octubre había 135 católicos en la franja. 29 de ellos han fallecido debido a bombardeos o falta de atención médica. Dos mujeres fueron asesinadas por francotiradores.
Para enfrentar el día a día, los que permanecen en la parroquia del norte de Gaza se han organizado en comisiones de limpieza, de recogida de alimentos y agua, de cuidado a los enfermos y profesores que imparten clases a niños.
GABRIEL ROMANELLI
Párroco, Gaza
El día a día se hace difícil. Después cocinan dos veces por semana para distribuir lo que se consigue. Se consigue poco y a precios muy altos. Estos días, como les decía, desde que se alejó el ejército la gente puede salir durante el día, no alejarse mucho. Entonces van, cada uno consigue lo que consigue. Se pone en común.
El padre Romanelli dice que la frecuencia de los sacramentos es lo que mantiene a los fieles con esperanza.
GABRIEL ROMANELLI
Párroco, Gaza
Bueno, si Gaza no es un infierno es porque Jesús sigue estando ahí en la Eucaristía y sigue llegando a las almas por medio de la acción pastoral.
En la parroquia se siguen celebrando bautismos y se ofrece la unción a los enfermos. Además, el papa Francisco llama todos los días al padre Yussef para recibir de primera mano las noticias y dar su bendición.
PA