El papa inauguró el nuevo año con un Ángelus el día de la Jornada Mundial de la Paz. Peregrinos de distintas partes del mundo le acompañaron en esta oración.
En esta ocasión, Francisco compartió su inquietud por el pueblo de Nicaragua, donde la Iglesia se enfrenta a persecuciones y detenciones.
FRANCISCO
Sigo con profunda preocupación lo que está sucediendo en Nicaragua, donde obispos y sacerdotes han sido privados de su libertad. Expreso a ellos, a sus familias y a toda la Iglesia del país mi cercanía en la oración. Invito también a todos ustedes aquí presentes y a todo el Pueblo de Dios a la oración insistente. Espero que se busque siempre el camino del diálogo para superar las dificultades.
El papa no se limitó a pedir por la paz en la región centroamericana. También expresó su incansable deseo de paz en Ucrania, Israel y Palestina.
PA