Este cuadro de 'San Jerónimo en el desierto' tiene un detalle oculto. Más allá de que la obra no esté terminada o de las teorías que ha suscitado, el secreto solo está al alcance de quienes la restauraron, pues descubrieron en la pintura las huellas dactilares de su autor: Leonardo Da Vinci.
FRANCESCA PERSEGATI
Responsable, Taller de restauración Museos Vaticanos
Utilizaba las manos también para extender, por ejemplo, el azul del fondo y se puede encontrar la huella de la yema del dedo. Esto es algo que Biagetti, nuestro fundador, también notó cuando tuvo delante la obra en los años 30, y ahora hemos podido observarla mejor. Luego, el laboratorio científico tomó imágenes HD de alta resolución para que pudiéramos documentar esa cosa en particular.
Curiosidades como esta también se pueden apreciar en otras obras, como en esta “Madonna” de Rafael. Esos detalles que solo los ojos de un restaurador pueden ver ahora están al alcance de cualquier persona que visite los Museos Vaticanos. Gracias a esta exposición, escaneando un QR será posible ponerse en la piel de aquellos que han tenido el cuadro en sus manos.
FRANCESCA PERSEGATI
Responsable, Taller de restauración Museos Vaticanos
Cuando trabajas muy cerca de una obra durante mucho tiempo, tienes una visión que otros ni siquiera tienen, así que ves, por ejemplo, detalles técnicos, como la forma en la que el artista dibujó, aplicó el color, cuánto detalle quiso dar al describir un rostro o el tipo de pinceladas.
Y es que el verdadero corazón de los Museos Vaticanos no se encuentra en ninguna de sus más icónicas salas, sino en el sótano. Entre lienzos y materiales diversos, trabajan a diario 26 mujeres y 10 hombres.
Su labor no se centra únicamente en coger un pincel y devolver la esencia original a una obra de Giotto o Miguel Ángel. Va mucho más allá. Cada cuadro es único y el estudio previo es clave a la hora de comenzar cualquier restauración.
FRANCESCA PERSEGATI
Responsable, Taller de restauración Museos Vaticanos
Por eso, antes de cualquier restauración, también hacemos algunas investigaciones con nuestro laboratorio científico de imágenes, es decir, utilizando el espectro luminoso. Hacemos fotografías, un vpr sin tocar la obra para obtener respuestas iniciales y luego, poco a poco, avanzamos. Pero también depende de si la obra ha sido restaurada antes. ¿Qué se ha hecho en el pasado? Tenemos que averiguarlo.
Este 2023, el Laboratorio de Restauración de los Museos Vaticanos celebra su centenario. Fundado en 1923 por voluntad de Pío XI, llevan un siglo de experiencia devolviendo a su origen grandes obras maestras de la historia universal. Se dice pronto, pero ya son 100 años al servicio del arte.
CA