Muchos turistas ignoran que tras esta puerta de bronce hay un tesoro arqueológico escondido: toda una necrópolis romana. Antes se podía acceder a través de los Museos Vaticanos. Ahora se puede entrar directamente desde la calle.
GIANDOMENICO SPINOLA
Vicedirector artístico y científico, Museos Vaticanos
Ahí encontramos muchos pequeños objetos, pequeñas huellas de gente no conocida. Son personas de las que no hay ninguna referencia en la literatura, o que no dejaron huella como lo hicieron los grandes personajes, los hombres ricos. Aquí hay personas anónimas de la Antigua Roma, personas de las que ahora podemos conocer algo de su vida.
En 1956, cuando el papa era Pío XII, el Vaticano comenzó a construir un nuevo aparcamiento. Fue entonces cuando aparecieron restos de entre los siglos I y III. Están situados cerca de la antigua Vía Triumphalis y muchos lo consideran como la Pompeya romana por sus riquezas arqueológicas.
Los estudiosos han concluido que muchas de las personas que fueron enterradas aquí eran esclavos de la familia imperial que trabajaban en las fincas del emperador o en su teatro.
Estas excavaciones se abrieron al público en 2013 pero ahora se han terminado de adaptar para las visitas. Incluyendo la nueva entrada.
GIANDOMENICO SPINOLA
Vicedirector artístico y científico, Museos Vaticanos
Ahora esta entrada servirá para que se puedan visitar las excavaciones sin necesidad de pasar por los Museos Vaticanos.
Poco a poco aislaremos mejor el recorrido y los visitadores podrán permanecer aquí lo que quieran y seguir las explicaciones a través de las pantallas interactivas.
Desde el 17 de noviembre los turistas y peregrinos podrán visitar esta necrópolis y sumergirse en los restos del Antiguo Imperio Romano.
KG
TR: JRB