Era un día lleno de encuentros: concretamente tenía 8 en la agenda. Sin embargo, durante uno de ellos, con una delegación de la Conferencia Europea de Rabinos, el papa dijo que no estaba bien de salud y no leyó el discurso que tenía preparado. Aún así no suspendió la audiencia y saludó a los presentes.
El vídeo de este encuentro no fue distribuido por el Vaticano pero, en todo caso, lo que se pudo ver fue que Francisco continuó igual con su agenda. Es más, esa misma tarde se reunió con más de 6.000 niños venidos de todo el mundo.
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