Después del rezo del ángelus, y ante una plaza llena de peregrinos, Francisco habló de su viaje a Marsella, donde estuvo el 22 y el 23 de septiembre, y cuyo eje central fue el tema de las migraciones.
Concretamente, el domingo se celebró la Jornada Internacional del Migrante y Refugiado, bajo el lema 'Libres de elegir si migrar o quedarse'. Por ello, y en relación a su visita a la ciudad francesa, el pontífice señaló que cualquier persona tiene derecho a tener una vida digna.
FRANCISCO
El derecho a migrar, de hecho, hoy para muchos se ha convertido en una obligación, mientras que debería existir un derecho a no emigrar para permanecer en la propia tierra. Es necesario que a todo hombre y a toda mujer se le garantice la posibilidad de vivir una vida digna, en la sociedad en la que se encuentra. Desafortunadamente, miseria, guerras y crisis climáticas obligan a tantas personas a huir.
Francisco también invitó a los presentes a participar en la vigilia ecuménica de oración en la tarde del 30 de septiembre en la Plaza de San Pedro en preparación para el Sínodo, que comienza el 4 de octubre.
CA