Mons. Irynej Bilyk es el actual canónigo de la Basílica de Santa María la Mayor en Roma. Llegó a conocer al papa Juan Pablo II, a Benedicto XVI y a Francisco.
Hace casi 40 años, practicó su fe de manera clandestina dentro de la Unión Soviética. Fue ordenado obispo en Ucrania durante esa época.
MONS. IRYNEJ BILYK
Obispo Greco-católico ucraniano
Ni siquiera mi familia, ni siquiera mi madre. Ellos no sabían de la consagración episcopal. En 1984 murió mi madre, que nunca supo que yo ya era sacerdote desde hacía seis años. Mi familia se enteró 10 años después.
Monseñor Irynej recuerda cómo tuvieron que vivir décadas a escondidas.
MONS. IRYNEJ BILYK
Obispo Greco-católico ucraniano
Cuando iba a celebrar secretamente la misa con familias católicas, la celebrábamos siempre en la cocina. Así, si venía alguien, podía esconder la estola en una olla.
En 1989, con la llegada de Gorbachov, la Iglesia greco-católica ucraniana fue oficialmente restablecida. Fue un período de más de 40 años en el que los cristianos practicaron su fe a escondidas.
PA
