En este episodio del Vaticano por dentro conocemos la histo ria de la casa de moneda y timbre Vaticana así como los diferentes documentos que escribe el Papa a lo largo de su pontificado.
Desde 1940, el Vaticano ha tenido su propia Oficina Filatélica y Numismática , que se ocupa de la producción y venta de sellos postales y monedas del Estado más pequeño del mundo. Aunque los sellos no se imprimen dentro de los muros del Vaticano, detrás de ellos hay un gran proceso de producción.
Algunos representan santos o recuerdan a mártires que han dado su vida por la fe. Otros marcan años importantes para la Iglesia o momentos especiales para el Papa.
Los sellos se originaron en 1852 y las monedas son aún más antiguas. La moneda papal en particular para el Vaticano y para el Estado pontificio se remonta a inicios del siglo XVIII. Su proceso de creación es ligeramente diferente al de los sellos. A lo largo de los años, la colección de monedas y medallones de los Papas se han conservado en el Vaticano. Aunque los coleccionistas se interesaron aún más por ellos cuando la moneda cambió al Euro en 2002.
Pero a partir de 2020, después de 80 años de trabajo en la misma oficina cambia el proceso. Se trata de un proceso de reorganización del Vaticano. Ahora, habrá tres oficinas, en lugar de una.
Con este cambio, esperan aumentar la producción, custodiar las ventas y continuar enfocándose en mantener la colección de sellos y monedas del Vaticano. Definitivamente, una forma de transmitir la fe, aunque sea a través de un pequeño sello en el exterior de una carta enviada por el Papa.
Además de responder y enviar cartas, parte del trabajo del Papa es elaborar documentos que respondan a los cambios y necesidades de nuestro tiempo. Estos textos pueden orientar sobre contenidos de la fe, aclarar polémicas, abrir un debate, impulsar iniciativas en el seno de la Iglesia o dejar patentes las prioridades del Papa.
Pero no todos los documentos papales tienen el mismo peso. Entre los más importantes están las constituciones apostólicas, las encíclicas y las exhortaciones apostólicas. En otra categoría inferior se pueden encuadrar las cartas apostólicas, los motu proprio, los rescriptos papales, las decretales o los breves apostólicos.
Con la apretada agenda del Papa, es normal que no sea él quien escriba los documentos. Por eso, se ayuda de comisiones redactoras, y él revisa el proceso y aprueba el texto final.
Aunque no formen parte de los documentos papales oficiales, hoy en día, podemos leer las medidas e ideas del Papa a través de las redes. Twitter se ha convertido en otra plataforma para estar al día de lo que piensa y hace el Sucesor de Pedro.
Si quieres conocer más de El Vaticano por dentro no olvides revisar los primeros tres episodios:
01. Descubriendo la Capilla Sixtina