Hasta la fecha hubo más de 30 Jornadas Mundiales de la Juventud, lo que ha permitido que se celebren en distintas partes del mundo. Desde Italia a Filipinas, pasando por América Latina o Australia.
Hasta allí precisamente viajó Giorgio Castiglia desde Estados Unidos en 2008, cuando el papa era Benedicto XVI.
BENEDICTO XVI
Queridos amigos: también en esta ocasión muchos habéis respondido a mi invitación a pesar de las dificultades ocasionadas por la distancia.
GIORGIO CASTIGLIA
Éramos miles de personas, durmiendo en este prado gigante y el papa Benedicto apareció esa misma noche. Llevábamos horas esperándole y mientras tanto paseábamos por ahí, conocíamos gente de otros lugares como Brasil... los brasileños estaban siempre cantando. Gente de Chile, de África...
Adam estuvo en una Jornada Mundial de la Juventud más antigua: en Toronto, en el año 2002. Fue la última en la que estuvo Juan Pablo II. Dos años antes Adam se había decidido a vivir su fe con profundidad.
ADAM WILSON
Tuve una experiencia fuerte de fe, lo que quizás puede llamarse una conversión. Fue en el año 2000. Fui criado católico, pero en un hogar no muy fuerte o abiertamente católico..
Adam, además, guarda un recuerdo muy especial de esos días. Cuando pudo estar cerca del pontífice.
ADAM WILSON
Y estábamos esperando en la salida, donde había una valla. Y Juan Pablo II apareció, obviamente, allí mismo, y frenaron el papamóvil. Nos miró, muy cerca. Y lo sentí de un modo muy personal por el hecho de que nos miró a nosotros entre el millón de otros jóvenes que estaban ahí. Y no hubo intercambio de palabras, fue una de esas situaciones en las que basta estar ahí presente... y para nosotros fue muy especial.
En las Jornadas Mundiales de la Juventud también nacen parejas. Es el caso de los padres de Nicola, que ahora es nada menos que un guardia suizo. Sus padres, él suizo y ella de Uruguay, se conocieron en Denver.
NICOLA
Guardia Suiza
Mis padres se conocieron en la JMJ en el 93, en Denver. Los dos eran responsables de un grupo de jóvenes de sus países y tenían una cena en común. El resto de la gente no se presentó y se quedaron los dos juntos. Se enamoraron y dos años después mi madre fue a Suiza. Se casaron.
En Denver, donde se conocieron los padres de Nicola, se pudieron ver escenas entrañables como este abrazo de Juan Pablo II a un joven con discapacidad.
JRB