El papa Francisco llegó a Fátima en la mañana de sábado. Se desplazó desde Lisboa en un helicóptero militar.
Antes de ir a rezar ante la imagen de la Virgen dedicó tiempo a pasear por entre los fieles en papamóvil para saludarlos. La emoción entre ellos era patente y algunos no pudieron contener las lágrimas. El pontífice rezó en silencio ante la imagen y luego dejó un rosario de oro como presente.
Esta es su segunda visita al santuario tras la de 2017.
JRB