Son los rostros de niños, hombres y mujeres inocentes. Uno, dos, tres y así hasta 215 millones. Es el número de personas que sufren violencia por el mero hecho de ser cristianas.
Así lo revela el último informe de la organización Puertas Abiertas que desde hace 60 años toma el pulso a la persecución religiosa en el mundo.
Sus investigadores analizaron 50 países del mundo, con un total de 4.800 millones de habitantes de los que 215 millones, los cristianos, sufren un grado de persecución alto, muy alto o extremo.
Estos datos suponen que uno de cada 12 cristianos en el mundo es víctima de la violencia por motivos de religión. En cabeza sigue Corea del Norte donde hay una falta absoluta de libertad y, por tanto, también de libertad religiosa. La sigue Somalia, donde la conversión al cristianismo de un musulmán puede suponerle la muerte. Afganistán, Pakistán, Siria e Irak continúan por desgracia en la lista. El fundamentalismo religioso y el terrorismo de corte yihadista impiden cualquier avance favorable en estos países.
Al macabro 'top tenâ? ha entrado este año también Yemén. El país más pobre de Oriente Medio sigue inmerso en una guerra civil con los cristianos en medio del fuego cruzado. Una muestra de esta violencia es el secuestro del padre Tom, un sacerdote salesiano raptado por un grupo yihadista que también asesinó a cuatro Misioneras de la Caridad.
En la lista además hay que lamentar la escalada de violencia en países del Sureste Asiático como India, Bangladesh, Laos, Bután y Vietnam. Puertas Abiertas asegura que en el norte de la India unos 40 millones de personas sufren la discriminación y la violencia de los extremistas hindúes.
En 21 de los 50 países analizados toda la población cristiana, el 100 por 100, sufre persecución. Sin embargo, junto al recrudecimiento de la situación, también hay motivos para la esperanza. Cada vez son más las instituciones o iniciativas que alertan de esta persecución y que auxilian a quienes hasta ponen en riesgo su vida por no negar a Jesucristo.
AC
OPEN DOORS
-
-PR
Up: