El nuevo cardenal Blase Cupich fue una de las estrellas del consistorio de nuevos cardenales. El arzobispo de Chicago intentó vivir con serenidad y atención la importante ceremonia en la que se convirtió en uno de los principales colaboradores del Papa.
CARD. BLASE CUPICH
Arzobispo de Chicago
'La gente me pregunta en qué estaba pensando durante la ceremonia. Respondo que traté de disfrutar cada minuto. No estaba pensando demasiado en otra cosa. Sólo intenté estar presente, cerca de las personas que estaban allí, como mi familia, mis ocho hermanos y hermanas, y quienes vinieron de Estados Unidos. Así que sólo quería estar presente y disfrutar el día'.
Durante la ceremonia el Papa les advirtió del peligro de sucumbir bajo el virus del desencuentro. Dice que es uno de los principales desafíos para todos los católicos.
CARD. BLASE CUPICH
Arzobispo de Chicago
'El Papa mostró que la enemistad es un virus. Es muy importante no ser ingenuos y asumir la responsabilidad de lo que dejamos que anide en nuestro corazón. Si dejamos que ese virus entre, se va a difundir. Cada uno tiene que asumir su propia responsabilidad. Me gustaría poder predicar como el Papa, que dice que cada uno se asuma su responsabilidadâ?.
Para el cardenal, esa responsabilidad se traduce en tender puentes a los enemigos. Dijo que parte del gran mensaje del Papa es rezar por todos, para que ninguno se pierda.
El cardenal Cupich es un hombre de sorpresas y gestos fuertes para llegar a todo tipo de personas, no sólo a los católicos.
CARD. BLASE CUPICH
Arzobispo de Chicago
'Creo que parte del impacto de los gestos del Papa es que son una sorpresa. Así que intentaré dar también sorpresasâ?.
Habrá que seguirlo de cerca para ver qué tiene reservado para su diócesis y cómo no, también para el Vaticano.
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