El Vaticano y la FAO han denunciado la terrible situación de la pesca ilegal. No se trata sólo de pesca abusiva, sino de pescadores forzados a trabajar durante meses o años en alta mar en situaciones inhumanas, con palizas, maltrato psicológico, y casi sin comer. Fue durante un encuentro que organizaron por el Día Mundial de la Pesca.
JOSÉ GRAZIANO DA SILVA
Director General de la FAO
'Tenemos que garantizar que el pescado que llegue a nuestra mesa se haya producido de forma no sólo ambientalmente sostenible; sino también de una manera que contribuya al bienestar socioeconómico de quienes los han capturado y procesadoâ?.
CARD. PIETRO PAROLIN
Secretario de Estado Vaticano
'Tenemos que concentrarnos en tres objetivos fundamentales: prestar ayuda a los pescadores explotados y humillados para facilitar su rehabilitación y reintegración; cumplimiento por parte de Estados y gobiernos de las actuales normas internacionales para la pesca; y luchar contra el tráfico y el contrabando, también con medidas coercitivas, para imponer el estado de derecho y el respeto de los derechos humanosâ?.
La buena noticia es que este mes entra en vigor una convención internacional para que los pescadores tengan condiciones de trabajo seguras y atención sanitaria, contratos laborales por escrito y seguridad social.
Pero sobre todo, la FAO y el Vaticano pidieron que se utilice el 'Acuerdo de la FAO sobre medidas del Estado encargado del puertoâ?. Su puesta en marcha permitirá controlar los buques para que no puedan descargar impunemente las capturas realizadas de forma ilegal. Sería un mazazo contra la pesca ilegal, que a menudo conlleva el uso de trabajadores clandestinos prácticamente esclavizados.
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