Papa en Casa Santa Marta: Las personas sufren cuando sus obispos no rezan

Durante la homilí­a de la mañana de este viernes en Casa Santa Marta, el Papa Francisco sugirió que las primeras responsabilidades de un obispo son rezar y predicar la salvación. Se refirió a ambas cosas como los pilares de la Iglesia.

FRANCISCO

'Si estas columnas se debilitan porque el obispo no reza o reza poco, se olvida de rezar; o porque el obispo no anuncia el Evangelio, se ocupa de otras cosas, también la Iglesia se debilita, sufre. El pueblo de Dios sufre. Porque las columnas son débilesâ?. 

El Papa dijo que sin obispos, la Iglesia 'no funcionaâ?. Es importante, añadió, que los católicos recen también por sus obispos.

EXTRACTOS DE LA HOMILíA DEL PAPA 

(Fuente: Radio Vaticano)

'Nosotros los obispos tenemos esta responsabilidad de ser testigos: atestiguamos que el Señor está vivo, que el Señor Jesús ha resucitado, que el Señor Jesús camina con nosotros, que el Señor Jesús nos salva, que el Señor Jesús ha dado su vida por nosotros, que el Señor Jesús es nuestra esperanza, que el Señor Jesús nos recibe siempre y nos perdona. El testimonio. Nuestra vida debe ser esto: un testimonio. Un verdadero testimonio de la Resurrección de Cristoâ?. 

'El primer deber del obispo es estar con Jesús en la oración. El primer deber del obispo no es hacer planes pastoralesâ?¦ ¡no, no! Rezar: éste es el primer deber. El segundo deber es ser testigo, es decir, predicar. Predicar la salvación que el Señor Jesús no ha traí­do. Dos tareas no fáciles, pero son propiamente estos dos deberes los que hacen fuertes a las columnas de la Iglesia. Si estas columnas se debilitan porque el obispo no reza o reza poco, se olvida de rezar; o porque el obispo no anuncia el Evangelio, se ocupa de otras cosas, también la Iglesia se debilita, sufre. El pueblo de Dios sufre. Porque las columnas son débilesâ?. 

'La oración de todos nosotros por nuestros obispos es una obligación, pero una obligación de amor, una obligación de los hijos con respecto al Padre, una obligación de hermanos, para que la familia permanezca unida en la confesión de Jesucristo, vivo y resucitadoâ? 

IPC

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