La prisa con la que el oficial del tribunal vaticano lee los nombres de los imputados es ejemplo de la prisa con la que el tribunal pretende proceder en el caso.
Sentados en el banquillo estaban los cinco imputados: los empleados del Vaticano Lucio íngel Vallejo Balda, Francesca Chaouqui y Nicola Maio; y los dos periodistas italianos Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi.
'Vallejo Balda, Chaouqui y Maio obtenían aquellas noticias y documentos como parte de sus respectivos encargos en la Prefectura para Asuntos Económicos y en la COSEA; mientras Fittipaldi y Nuzzi solicitaban y ejercían presiones, especialmente sobre Vallejo Balda, para obtener documentos e y noticias reservadas, que luego han utilizado para la redacción de dos libros publicados en Italia en noviembre de 2015â?.
La sesión comenzó a las 10:30 de la mañana y terminó antes de mediodía.
El principal acusado, monseñor Vallejo Balda aseguró que 'está bienâ?, que en el cuartel 'se siente protegidoâ? y que el Papa 'desea que el proceso termine prontoâ?.
El periodista Emiliano Fittipaldi pidió tomar la palabra y solicitó que se anule su acusación porque 'en Italia, la conducta por la que me pedís cuentas no sería penalmente perseguible, porque no se me acusa de haber publicado noticias falsas o difamatorias sino de haber publicado noticiasâ?.
El fiscal ha respondido que 'el objeto del proceso es el modo en el que se han adquirido las informaciones, o sea, con una conducta que la fiscalía considera ilícitaâ?.
Los abogados defensores tienen de plazo hasta el sábado para presentar sus pruebas contra las acusaciones.
A partir del lunes 30 de noviembre continuará el proceso, con los interrogatorios a los cinco acusados y a los testigos que las partes deseen presentar.
Sus respuestas permitirán conocer los agravantes y los atenuantes, ya que podrían incurrir en penas de entre 4 y 8 años de prisión.
JMB
CTV
VM
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