Después de la Misa que inauguró el Sínodo sobre la Familia, el Papa Francisco presidió el rezo del íngelus. Explicó cuál será el trabajo de los obispos participantes en el Sínodo durante las próximas semanas.
FRANCISCO
'Tendremos la mirada fija en Jesús para individuar, sobre la base de su enseñanza de verdad y de misericordia, los caminos más oportunos para un compromiso adecuado de la Iglesia con las familias y para las familias, para que el designio originario del Creador sobre el hombre y la mujer pueda llevarse a cabo y obrar en toda su belleza y su fuerza en el mundo de hoyâ?.
Francisco habló precisamente del sacramento del matrimonio. Recordó el libro del Génesis que explica que el hombre y la mujer, unidos en matrimonio, son una sola carne.
FRANCISCO
'En tal unidad los cónyuges transmiten la vida a los nuevos seres humanos: se transforman en padres. Participan de la potencia creadora de Dios mismo. Pero ¡atención! Dios es amor y se participa en su obra cuando se ama con Él y como Élâ?.
Explicó que ese amor de los matrimonios permite vivir las alegrías y las penas y también permite la apertura a la vida y la acogida a los hijos.
Por eso, Francisco pidió que la sociedad actual no se cierre a la acogida sino que imite a las familias.
FRANCISCO
'El Señor nos ayude a no ser sociedad-fortaleza, sino sociedad-familia, capaces de acoger, con reglas adecuadas, pero acoger, acoger siempre, con amorâ?.
Por último, pidió oraciones a los cristianos para que los trabajos del Sínodo vayan de la mano del Espíritu Santo.
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