En su homilía en Casa Santa Marta, el Papa Francisco dijo que para ser un buen cristiano hay que amar sin miedo a los enemigos.
PAPA FRANCISCO
'¡Señor, dame la gracia de llegar a ser un buen cristiano, una buena cristiana, porque yo no lo consigo!'. Una primera lectura de esto asusta: asusta. Pero no asusta si tomamos el Evangelio y hacemos una segunda, una tercera, una cuarta lectura del capítulo VI de San Lucas'.
Además, el Papa explicó que la vida cristiana es un don y que para seguir a Jesús hay que tener un corazón misericordioso.
EXTRACTO DE LA HOMILíA DEL PAPA
Fuente: Radio Vaticana
'Padre, yo ¡yo no tengo la voluntad de hacerlo así. Bueno, si no te sientes capaz de esto es un problema tuyo, ¡pero el camino cristiano es éste!. Éste es el camino que Jesús nos enseña. ¿Y qué cosa debo esperar?. Vayan por el camino de Jesús, que es la misericordia; sean misericordiosos como su Padre es misericordioso. Sólo con un corazón misericordioso podremos hacer todo lo que el Señor nos aconseja. Hasta el final. La vida cristiana no es una vida autorreferencial; es una vida que sale de sí misma para darse a los demás. Es un don, es amor, y el amor no vuelve sobre sí mismo, no es egoísta: se da.
'Ésta es la vida cristiana. Pero, Padre, ¡esta es una necedad! Sí. Hemos escuchado, estos días a San Pablo que decía lo mismo: La necedad de la Cruz de Cristo, que no tiene nada que ver con la sabiduría del mundo. Pero, Padre, ¿ser cristiano es volverse necio en cierto sentido. Sí. En cierto sentido, sí. Es renunciar a esa astucia del mundo para hacer todo lo que Jesús nos dice que hagamos; y que si hacemos las cuentas, si hacemos un balance, parece en perjuicio nuestro.
'Y aquí viene la oración que debemos hacer todos los días: Señor, dame la gracia de llegar a ser un buen cristiano, una buena cristiana, porque yo no logro hacerlo. Una primera lectura de esto, asusta: asusta. Pero no si nosotros tomamos el Evangelio y hacemos una segunda, una tercera, una cuarta lectura del capítulo VI de San Lucas: hagámosla; y si pedimos al Señor la gracia de entender lo que significa ser cristiano, y también la gracia para que Él nos haga cristianos a nosotros. Porque nosotros no podemos hacerlo solos'.