Más de 51 millones de personas en el mundo son refugiadas. De ellas, 16 millones han huído a otros países, 33 millones son desplazados dentro de sus fronteras y más de un millón cien mil han solicitado asilo.
Detrás de cada número hay una vida herida. La muestra Refugee Hotel que se exhibe en Roma habla del desarraigo, de la ruptura que supone para una persona tener que abandonar su hogar.
GABRIELLE STABILE
Fotógrafo
'Por lo que he visto, ser arrancado de un lugar y llevado a otro deja heridas que no son imaginables. No es una cuestión para burócratas o políticos es un problema existencialâ?.
Son las historias de algunos de los 80.000 refugiados que de media llegan a Estados Unidos cada año. Es la historia de la primera noche que pasan en el país, en un hotel.
Muchos no duermen en los colchones porque no están acostumbrados. A otros, el miedo les paraliza.
GABRIELLE STABILE
Fotógrafo
'Había una familia de Somalia que cuando les dieron las llaves para entrar en la habitación, no quisieron entrar porque tenían miedo de volver a ser olvidados. Porque cuando se pasa mucho tiempo en los campos de refugiados es fácil sentirse abandonadoâ?.
Gabrielle Stabile capturó durante 6 años las vidas de estas familias. En sus 50 fotos caben la vida cotidiana pero también el dolor, la incertidumbre, la inocencia, la sonrisa o el llanto. Muestran el reto de adaptarse a una vida prestada, en una tierra que no es la propia.
Son miradas ausentes, rostros pensativos e inmóviles, que reflejan la dureza de haberse convertido, sin darse cuenta, en víctima directa de la 'globalización de la indiferenciaâ?.
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