El coro de voces blancas de la catedral de Regensburg es uno de los más prestigiosos del mundo. Desde 1964 y hasta 1994 lo dirigió Georg Ratzinger, el hermano del Papa Benedicto.
Desde 1953 hasta 1992 los predecesores de estas voces celestiales sufrieron un infierno. 547 niños sufrieron violencias, como golpes e insultos, y 67 abusos sexuales. Los 49 responsables han sido identificados, pero la mayoría ya han fallecido.
En el año 2010 llegaron a Regensburg las primeras denuncias contra ex profesores y sacerdotes de la escuela del coro. El entonces obispo Gerhard Muller asegura que puso en marcha una investigación aunque el informe que ha revelado todos estos datos es el que en 2016 inició el abogado Ulrich Weber bajo encargo del nuevo obispo Rudolf Voderholzer.
El abogado ha documentado las violencias. Dice que el ex director Georg Ratzinger no estaba al corriente de los abusos sexuales, pero que sí que podía conocer los maltratos y que no dijo nada.
Para las víctimas, el sólo hecho de que se conozca la verdad, es ya un gran consuelo.
