El Papa Francisco se ha reunido con los miembros de la Comisión Parlamentaria Antimafia.
Nada más comenzar, Francisco recordó a los abogados Rosario Livatino y Paolo Borsellino y al juez Giovanni Falcone; los tres fueron asesinados por la mafia.
Francisco ha explicado que el único modo de combatir la mafia es haciéndolo a nivel tanto económico como político.
FRANCISCO
“La corrupción encuentra siempre el modo de justificarse a sí misma, presentándose como una condición “normal”, la solución de los “espabilados”, la vía para conseguir los propios objetivos. Tiene una naturaleza contagiosa y parasitaria, porque no se nutre de las cosas buenas que produce, sino de lo que quita y roba ”.
El Papa ha dicho que lo más importante es cambiar la conciencia civil. Es decir, que los ciudadanos comprendan su responsabilidad hacia ellos mismos y hacia los demás. Una educación que los lleve a rechazar trabajos indignos y delictivos.
FRANCISCO
“El punto de partida es siempre el corazón del hombre, sus relaciones, lo que considera importante. No vigilaremos nunca lo suficiente este abismo, donde la persona está expuesta a tentaciones de oportunismo, de engaño y de fraude, más peligrosas porque se niegan a poner en juego a sí mismos. También es un signo la política desviada, que se doblega a intereses parciales y a acuerdos no cristalinos”.
Antes de despedirse les bendijo para que continúen siendo incansables trabajadores por la justicia, con sentido del deber y la misericordia.