Durante su homilía en Casa Santa Marta el Papa dijo que el verdadero consuelo no se debe confundir con la mera diversión porque es algo mucho más profundo y solo lo puede dar Dios.
FRANCISCO
“El consuelo del Señor te toca por dentro y te mueve, y te aumenta la caridad, la fe, la esperanza y también te hace llorar por tus propios pecados. FLASH Este es el verdadero consuelo. No es una diversión – la diversión no es algo malo cuando es buena, somos humanos, y debemos tener alguna – pero la consolación te envuelve y precisamente la presencia de Dios se siente y se reconoce. Este es el Señor”.
El Papa dijo que para recibir ese consuelo es necesaria una tensión espiritual que ayude a saber cómo aprovechar estos dones que Dios regala.
EXTRACTOS DE LA HOMILÍA DEL PAPA
(Fuente: Radio Vaticana)
“Cuando el Señor nos visita nos da la alegría, es decir, nos coloca en un estado de consolación. Este cosechar en la alegría… Sí, han sembrado en las lágrimas, pero ahora el Señor nos consuela y nos da esta consolación espiritual. Y la consolación no sólo sucedía en aquel tiempo, es un estado en la vida espiritual de cada cristiano. Toda la Biblia nos enseña esto”.
“La consolación del Señor toca por dentro y te mueve y te da un aumento de caridad, de fe, de esperanza y también te lleva a llorar por tus propios pecados. Además, cuando vemos a Jesús y su Pasión, a llorar con Jesús… Del mismo modo te eleva el alma a las cosas del Cielo, a las cosas de Dios y, asimismo, tranquiliza el alma en la paz del Señor. Ésta es la verdadera consolación. No es una diversión – la diversión no es algo malo cuando es buena, somos humanos, y debemos tener alguna – pero la consolación te envuelve y precisamente la presencia de Dios se siente y se reconoce que éste es el Señor”.
“Es verdad, la consolación es fuerte y no se conserva tan fuerte – es un momento – pero deja sus huellas. Y conservar estas huellas y hacerlo con la memoria; conservar como el pueblo ha conservado esta liberación. Nosotros hemos vuelto a Jerusalén porque Él nos ha liberado desde allá. Esperar la consolación, reconocer la consolación y conservar la consolación. Y cando pasa este momento fuerte, ¿qué cosa queda? La paz. Y la paz es el último nivel de la consolación”.