Ya se han cumplido más de tres años desde que 276 niñas fueran secuestradas por Boko Haram en Nigeria. Aunque algunas de ellas fueron liberadas en mayo y hubo gran atención mediática en el caso, un estudio reciente apunta a que una de la características de la persecución a los cristianos sigue siendo el silencio.
JANE ADOLPHE
Autora, “Persecución y Genocidio de los Cristianos en Oriente Medio”
“Mi propósito con el libro era mostrar que había un silencio, casi internacional, una especie de consenso para silenciar cualquier daño hecho a los cristianos. Creo que todos estamos pendientes de no hacer un discurso de odio hacia ningún grupo. Sin embargo, no reconocer y no utilizar la palabra “cristiano” creo que es un problema internacional”.
Estudiando el caso de Boko Haram, Jane asegura que este silencio sobre las niñas secuestradas en la escuela de Chibok se repite en otras partes del mundo. Para romperlo, Jane ha colaborado en el libro “Persecución y genocidio de los cristianos en Oriente Medio”. Junto con otros 12 autores, el volumen aborda varios aspectos de la persecución, desde lo que recoge el Derecho Internacional Humaniratio hasta la respuesta diplomática de la Santa Sede.
JANE ADOLPHE
Autora, “Persecución y Genocidio de los Cristianos en Oriente Medio”
“Creo que lo que está pasando en nuestra sociedad es que se está asumiendo que no es un problema odiar a los cristianos. Están siendo violados, encarcelados, vendidos por Internet... Y sabemos que esto está sucediendo. Entonces, ¿por qué no lo estamos diciendo?”.
Jane explica que, para combatir el daño actual y futuro que se está haciendo a las comunidades cristianas más vulnerables, es necesario romper ese círculo de silencio. Solo así estos cristianos podrán volver a tener una vida normal.