Los comentarios sobre la Amoris Laetitia son “respetables pero equivocados”. De esta forma se expresó el Papa ante un grupo de jesuitas en un encuentro privado recogido por la revista La Civiltà Cattolica.
El encuentro fue durante su viaje a Colombia. El Papa dijo a los jesuitas de Cartagena que para entender la exhortación apostólica hay que hacer dos cosas: “leer qué se ha dicho en el sínodo” y “leer la Amoris Laetitia de principio a fin”.
También fue rotundo al contestar a quienes dicen que la moral de fondo de la Amoris Laetitia no es segura o ni siquiera católica. El Papa explicó que la moral que sostiene su documento es tomista.
En noviembre del año pasado suscitó mucha polémica la actitud de cuatro cardenales que decidieron hacer públicas las dudas que le plantearon sobre la Amoris Laetitia. El Vaticano dijo que la respuesta estaba en la exhortación apostólica.
Recientemente unos 80 teólogos y expertos de ámbitos tradicionalistas que no aceptan el Concilio Vaticano II han firmado un documento acusando a Francisco de 7 herejías.
También estos mismos sectores atribuyeron a Juan Pablo II 101 herejías y criticaron a Benedicto XVI por sus gestos ecuménicos.
TEXTO COMPLETO DE LA INTERVENCIÓN DEL PAPA:
(Fuente: La Civiltà Cattolica)
“Aprovecho esta pregunta para decir una cosa que creo que la debo decir en justicia y también por caridad. Porque escucho muchos comentarios —respetables porque los dicen hijos de Dios, pero equivocados— sobre la Exhortación apostólica postsinodal. Para entender Amoris Laetitia hay que leerla de principio a fin. Empezar con el primer capítulo, continuar por el segundo… y así siguiendo… y reflexionar. Leer qué cosa se ha dicho en el Sínodo”.
“Una segunda cosa: algunos sostienen que la moral que que está a la base de Amoris Laetitia no es una moral católica o, al menos, que no es una moral segura. Ante esto quiero reafirmar con claridad que la moral de Amoris laetitiae es tomista, la del gran Tomás. Pueden hablar de esto con un gran teólogo, entre los mejores de hoy y entre los más maduros, el cardenal Schönborn. Esto lo quiero decir para que ayuden a la gente que cree que la moral es pura casuística. Ayúdenlos a darse cuenta que el gran Tomás tiene una riqueza muy grande, capaz también hoy de inspirarnos. Pero de rodillas, siempre de rodillas…”.