En su homilía el Papa habla del camino de Jesús hacia Jerusalén para aceptar su muerte en la cruz. Dijo que se caracterizó por la obediencia, incluso ante la soledad o el sufrimiento.
PAPA FRANCISCO
“¿Cuántas veces yo trato de hacer tantas cosas y no te miro a Ti, que has hecho esto por mí, que has entrado en la paciencia – como hombre paciente, Dios paciente – y que con tanta paciencia toleras mis pecados, mis fracasos? Y hablar con Jesús así. Él siempre está decidido a ir adelante, a dar la cara, y agradecérselo”.
El papa Francisco aconsejó hacer 15 minutos de oración frente a un crucifijo, para imaginar a Jesús caminando hacia la cruz y aceptando su muerte. Además, dijo que los cristianos deberían pedir la gracia y la valentía de seguir de cerca a Jesús.
EXTRACTOS DE LA HOMILÍA EN ESPAÑOL
“'Solo una vez' – recordó Francisco – se permitió pedir al Padre que alejara un poco esta cruz: ‘Padre –en el Huerto de los Olivos – si es posible, aleja de mí este cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya’. Obediente: lo que el Padre quiere. Decidido y obediente y nada más. Y así, hasta el final. El Señor entra en la paciencia… Entra en la paciencia. Es un ejemplo de camino, no solo morir sufriendo en la cruz, sino caminar en la paciencia.
Y Jesús solo. No estaba acompañado en esta decisión porque nadie comprendía el misterio de Jesús. La soledad de Jesús en el camino hacia Jerusalén: solo. Y esto, hasta el final. Pensemos después en el abandono de los discípulos, en la traición de Pedro… Solo. El Evangelio nos dice que se le apareció solo un ángel del cielo para confortarlo en el Huerto de los Olivos. Solo aquella compañía. Solo.
¿Cuántas veces yo trato de hacer tantas cosas y no te miro a Ti, que has hecho esto por mí, que has entrado en la paciencia – como hombre paciente, Dios paciente – y que con tanta paciencia toleras mis pecados, mis fracasos? Y hablar con Jesús así. Él siempre está decidido a ir adelante, a dar la cara, y agradecérselo. Transcurramos hoy un poco de tiempo, poco minutos – cinco, diez, quince – ante el Crucifijo, tal vez, o con la imaginación ver a Jesús caminando decididamente hacia Jerusalén, y pedir la gracia de tener el coraje de seguirlo desde cerca”.