El Papa Francisco en su homilía en Santa Marta, advirtió de la “enfermedad del consumismo”, como opuesta a la generosidad. Puso un ejemplo de cómo se puede ser más generosos.
FRANCISCO
“¿Cuántos pares de zapatos tengo? Uno, dos, tres, cuatro, quince, veinte... cada uno lo puede decir. Quizá demasiados... Conocí a un monseñor que tenía 40... Pero, si tienes tantos zapatos, da la mitad. ¿Cuántas prendas que no uso o que uso una vez al año? Es una manera de ser generosos, de dar lo que tenemos, de compartir”.
El Papa recalcó que ser caritativo permite abrir el corazón. Por eso, el consumismo esclaviza y hace que la supuesta felicidad de las personas dependa de su dinero.
EXTRACTOS DE LA HOMILÍA PAPAL
(Fuente: Vatican News)
“Una llamada a la generosidad. Y la generosidad es algo cotidiano, es algo en lo que debemos pensar: ¿cómo puedo ser más generoso, con los pobres, con los necesitados.... cómo puedo ayudar más? 'Pero usted sabe, Padre, que estamos a punto de llegar a fin de mes' - '¿Pero te sobra algunas monedas? Piensa, puedes ser generoso con ellas...'. Piensa. Las pequeñas cosas: hagamos un viaje a nuestras habitaciones, por ejemplo, un viaje a nuestro guardarropa. ¿Cuántos pares de zapatos tengo? Uno, dos, tres, cuatro, quince, veinte... cada uno lo puede decir. Un poco demasiado.... Conocí a un monseñor que tenía 40... Pero, si tienes tantos zapatos, da la mitad. ¿Cuántas prendas que no uso o uso una vez al año? Es una manera de ser generosos, de dar lo que tenemos, de compartir”.
“Nosotros podemos hacer milagros con generosidad. La generosidad de las cosas pequeñas, pocas cosas. Tal vez no hacemos esto porque no nos viene a la mente. El mensaje del Evangelio nos hace pensar: ¿cómo puedo ser más generoso? Un poco más, no tanto... 'Es verdad, Padre, es así, pero... no sé por qué, pero siempre hay miedo...'. Pero, hay otra enfermedad, que es la enfermedad contra la generosidad, hoy: la enfermedad del consumismo”.
“Una gran enfermedad, esto del consumismo, ¡hoy! No digo que todos hagamos esto, no. Pero el consumismo, gastar más de lo necesario, la falta de austeridad en la vida: es enemigo de la generosidad. Y la generosidad material – pensar en los pobres, 'Yo puedo dar esto para que coman, para que se vistan' –, estas cosas tienen otra consecuencia: ensancha el corazón y te lleva a la magnanimidad”.