Han pasado años de la renuncia de Benedicto XVI, y el gesto que entonces tanto impresionó, ha pasado a ser pacíficamente aceptado por todos.
BENEDICTO XVI
11 de febrero, 2013
“Por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino”.
Con la elección de un nuevo Papa, al principio preocupaba la reacción de la gente al ver juntos a dos sucesores de San Pedro.
La presencia de un Papa emérito en el Vaticano es algo normal. Una de las primeras decisiones de Francisco fue ir a saludar al Papa emérito.
Incluso, cuando Francisco nombra nuevos cardenales lo primero que hacen es ir a saludar a Benedicto.
Ahora que se comprende mejor su figura, sería útil aclararla teológica y jurídicamente para evitar malentendidos.
ROBERTO REGOLI
Autor, 'El Pontificado de Benedicto XVI'
“ El Papa reinante podría hacer una constitución apostólica o, en cualquier caso, un documento de carácter vinculante, un documento jurídico, para definir, delimitar y aclarar las funciones del pontífice emérito”.
Roberto Regoli es biógrafo de Benedicto XVI y dirige el departamento de Historia de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.
Para mostrar la novedad de la decisión, recuerda que antiguamente, si un Papa renunciaba, volvía a la situación precedente al cónclave, e incluso algunos dejaban de ser cardenales.
ROBERTO REGOLI
Autor, 'El Pontificado de Benedicto XVI'
“Cuando el Papa terminaba su ministerio, regresaba a la situación anterior, y la situación anterior de Celestino V, Pedro del Morrone, era la de ermitaño”. 'Cuando años después será canonizado, la Iglesia no lo llamará San Celestino V, sino San Pedro del Morrone”.
Explica que a lo largo de los siglos, algunos papas han reflexionado también sobre la situación del pontífice que renuncia. Lo hizo por ejemplo Pío XII.
ROBERTO REGOLI
Autor, 'El Pontificado de Benedicto XVI'
“Hay un nuevo cambio en el siglo XX. Cuando Pío XII temía una invasión nazi del Vaticano, preparó su dimisión y dijo que si lo secuestraban o lo arrestaban, los nazis no se llevarían a Pío XII sino al cardenal Pacelli. Es una evolución: El Papa no sólo volvería a ser obispo, sino que volvería a ser cardenal”.
Con Benedicto XVI fue decisivo el hecho de que tras el Concilio Vaticano II, los obispos mayores de 75 años se pueden retirar y pasan a ser “obispos eméritos”.
Benedicto tuvo que decidir en pocos días cuál sería su situación tras la renuncia. Durante los 17 días desde que la anunció hasta que entró en vigor, tomó decisiones como que seguiría vistiendo de blanco, que residiría en el Vaticano, y que limitaría su actividad pública. Además, explicó teológicamente el sentido de su gesto.
BENEDICTO XVI
24 de febrero de 2013
“El Señor me pide que 'salga a la montaña' para dedicarme aún más a la oración y a la meditación. Pero esto no significa abandonar a la Iglesia. Es más, si Dios me pide esto es precisamente para poder seguir sirviéndola con la misma dedicación y el mismo amor con el que lo he hecho hasta ahora, pero de un modo más adecuado a mi edad y a mis fuerzas”.
Es la última gran lección del Papa profesor, que está enseñando a sus sucesores en qué consiste el papel del Papa emérito.
Sin embargo, por prudencia, vale la pena que se fije jurídicamente tanto el mecanismo de la renuncia como las prerrogativas y la situación de los futuros papas eméritos.