“¡Santo Padre!” .
“¿Todavía vivís?” .
“Sí, gracias”.
“Qué gusto verte. ¿Conservás el buen humor?”.
“Sí. Gracias a Dios”.
Así comenzó la primera de las tres reuniones que el Papa mantendrá en mayo con obispos argentinos: llena de palabras y gestos de afecto. Los otros dos grupos se encontrarán con él el 10 y el 16 de mayo.
Se trata de la visita ad limina; los encuentros que cada cierto tiempo los obispos de un país mantienen con el Papa. La última visita de los obispos argentinos fue en 2009. Francisco les dijo que le preocupa la creciente tensión social de su país y que quiere visitar Argentina natal pero que la agenda no se lo permite por el momento.
A lo largo de estos días los obispos están manteniendo encuentros con varios dicasterios del Vaticano. Ya pasaron por la Congregación para la Doctrina de la Fe, la Congregación para los Obispos y por la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores.