El mes de marzo comenzó el miércoles de ceniza. Y el Papa asistió a la tradicional ceremonia de inicio de Cuaresma en una basílica de Roma.
Unos días más tarde el Papa viajó en autobús con sus cardenales y obispos de la Curia Vaticana para su semana de ejercicios espirituales.
“...son días de oración, de reflexión, de apartarse de las importantes obligaciones que tenéis cada día”.
En la última jornada el Papa recaudó 100.000 euros entre los participantes para enviarlos a la martirizada ciudad de Alepo, en Siria.
La Cuaresma es tiempo de penitencia, por eso, a mediados de marzo, Francisco se confesó en la basílica de San Pedro y confesó a varios peregrinos.
Uno de los días más intensos del año fue el 23 de marzo. El Papa recibió en el Vaticano a 27 jefes de Gobierno de la Unión Europea para celebrar el 60 aniversario del Tratado de Roma.
FRANCISCO
“Europa es una familia de pueblos y, como en toda buena familia, existen susceptibilidades diferentes, pero todos podrán crecer en la medida en que estén unidos”.
Como recuerdo del encuentro, se hicieron esta foto en la Capilla Sixtina, bajo los frescos del Juicio Final de Miguel Ángel.
El Papa viajó a Milan a final de mes. Fue un viaje breve pero le dio tiempo a hacer muchas cosas. Por ejemplo. almorzó con este grupo de presos en la cárcel.
Francisco fue saludando a todos uno por uno y los encarcelados lo recibieron con aplausos...
...con más aplausos.
y con muchos más aplausos.
“Yo podría decir: muchos aplausos, muchos aplausos pero después no nos dan de comer”.
En Milán también se encontró en el estadio de San Siro con más de 80 mil jóvenes. Lo más importante, fue la promesa que les arrancó: la de no hacer bullying ni humillar a otros niños.
FRANCISCO
“Prometedle al Señor que no haréis jamás bullying y que no permitiréis que se haga en vuestro colegio, en vuestra escuela, en vuestro barrio. ¿Entendido?”
“¡Sí!”
“¿Me lo prometéis? Jamás, jamás os burlaréis de un compañero del colegio, del barrio... ¿Lo prometéis, hoy?”
“¡Sí!”
“El Papa no está contento de la respuesta... ¿Lo prometéis?”
“¡Sí!”
El último día del mes, el Papa visitó por sorpresa del centro Sant'Alessio de Roma.
“¿Cómo estás?”
“Bien, bien”.
La mayoría de estas personas son invidentes o tienen alguna discapacidad sensorial o intelectual.
Francisco se detuvo y saludó a los padres y a los pequeños.
“Le queremos mucho. Le queremos mucho”.
“Os dejo como recuerdo un escrito en braille y también en escritura normal y también un icono de la Virgen, la Madre de todos nosotros, para que Ella os proteja”.
Marzo fue un mes lleno de visitas a las personas que más necesitaban su presencia. Desde los más mayores, hasta los más jóvenes.