Tomando pie de las lecturas del día, el Papa criticó con dureza a quienes se aprovechan del que necesita dinero para explotarlo laboralmente.
FRANCISCO
“Ay de vosotros que explotáis a la gente, que explotáis con el trabajo, que pagáis en negro, que no pagáis la contribución para las pensiones, que no dais vacaciones. Ay de vosotros. Hacer 'descuentos', engañar sobre lo que se debe pagar, sobre el sueldo, es pecado”.
El Papa explicó el sentido de las riquezas, recordando cómo pueden corromper y quitar la libertad o ser fuente de vida si se utilizan con generosidad y responsabilidad.
EXTRACTOS DE LA HOMILÍA DEL PAPA
(Fuente: Vatican Media)
'¡Ay de ustedes, ricos!', en la primera invectiva después de las Bienaventuranzas en la versión de Lucas. '¡Ay de ustedes, ricos!'. Si uno hoy hiciera un sermón como ese, en los periódicos, al día siguiente: '¡Ese sacerdote es comunista!'. Pero la pobreza está en el centro del Evangelio. La predicación sobre la pobreza está en el centro de la predicación de Jesús: 'Bienaventurados los pobres' es la primera de las Bienaventuranzas: Es el documento de identidad, el documento identificativo con el que Jesús se presenta cuando regresa a su pueblo, en Nazaret, en la sinagoga , es: 'El Espíritu está sobre mí, he sido enviado para proclamar el Evangelio, la Buena Nueva, a los pobres, la buena noticia a los pobres'. Pero siempre en la historia hemos tenido la debilidad de tratar de eliminar esta predicación sobre la pobreza creyendo que es una cuestión social y política. ¡No! Es puro Evangelio, es puro Evangelio.
Incluso aquí, en Italia, para salvar los grandes capitales, se deja a la gente sin trabajo. Va contra el segundo mandamiento y quién hace esto: '¡Ay de ti!'. Yo no, Jesús. Ay de ustedes que explotáis a la gente, que explotáis el trabajo, que pagáis en negro, que no pagáis la contribución para las jubilaciones, que no dais vacaciones - dijo el Papa Francisco - ¡Ay de ti! Hacer 'descuentos', hacer estafas sobre aquello que se debe pagar, sobre el salario, es un pecado, es pecado. 'No, padre, yo voy a misa todos los domingos y voy a esa asociación católica y soy muy católico y hago la novena de esto ...'. ¿Pero luego no pagas? Esta injusticia es pecado mortal. No estás en la gracia de Dios. No lo digo yo, lo dice Jesús, lo dice el Apóstol Santiago. Es por eso que las riquezas te alejan del segundo mandamiento, del amor al prójimo.