Francisco quiso dirigir un saludo especial a las víctimas del desastre del puente Morandi de Génova. Una parte del viaducto que atraviesa esta ciudad se precipitó al suelo desde una altura de 90 metros provocando decenas de muertos y varios heridos. Una tragedia que lamentó el Papa.
FRANCISCO
“Mientras confío a la misericordia de Dios a las personas que han perdido la vida, expreso mi cercanía espiritual a sus familiares, a los heridos, a los que han tenido que marcharse de sus casas y a todos los que sufren por este dramático suceso”.
Francisco pidió a los 20 000 peregrinos presentes en la plaza que se unieran a él en el rezo de un Avemaría por las víctimas.
FRANCISCO
“Os invito a uniros a mí en la oración por las víctimas y por sus seres queridos. Recitamos juntos el Avemaría”.
Antes explicó que la Virgen María siempre estuvo unida a Cristo, desde la Anunciación hasta el Calvario. Por eso, dijo Francisco, Dios la reservó una participación en la resurrección y preservó su cuerpo. El Papa recordó lo que significa esta fiesta de la Asunción.
FRANCISCO
“La realidad espléndida de la Asunción de María manifiesta y confirma la unidad de la persona humana y nos recuerda que estamos llamados a servir y glorificar a Dios con todo nuestro ser, alma y cuerpo”.
El Papa explicó que glorificar a Dios solo con el cuerpo o con el alma va en contra de la propia naturaleza humana. Dijo que servirle en cuerpo y alma da un fruto para la eternidad.
FRANCISCO
“Si vivimos así, en el glorioso servicio a Dios que se expresa también en un generoso servicio a los hermanos, nuestro destino el día de la resurrección será similar al de nuestra Madre Celestial”.
Por último, Francisco confió a la Virgen en esta fiesta de la Asunción a todas las personas del mundo que sufren en cuerpo y en espíritu.
