“Fe y Alegría”: iniciativa jesuita que promueve integración social desde hace más de 60 años

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18/06/2019
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Nathia Maldonado es de Ecuador y vino a Italia con 16 años. Le costó adaptarse hasta que descubrió “Fe y Alegría”. Esta institución jesuita se dedica a la enseñanza de los más necesitados e inmigrantes. Allí Nathia encontró un entorno familiar que le ayudó a ir sacando los títulos exigidos por la escuela italiana y llegar a estudiar enfermería.

Esta es la clave de “Fe y Alegría”: ofrecer un entorno que ayude a los más vulnerables a tomar confianza para integrarse. En Italia uno de sus puntos fuertes es promover la integración de inmigrantes latinos. 

P. DANIEL VILLANUEVA
Fe y Alegría
“Al contrario de la cultura de la exclusión que vivimos hoy en día, en “Fe y Alegría” estamos hechos para incluir a todos y todas nuestro eslogan es: Educación para todos y todas en todos los lugares”.

La institución nació en 1955. Fue fundada por el jesuita José María Velaz en Venezuela. Ahora está en 22 países y a lo largo de estas décadas ha ayudado a la formación de 1 millón y medio de personas. 

Su modelo es horizontal: no se enseña el mismo programa en todos los países. Se ofrece lo que en cada país, desde el punto de vista educativo, se necesita. Son los propios lugareños los que sugieren qué aprender.

El pasado 17 de junio el Papa se reunió con los responsables de la organización para conocer sus proyectos y prioridades.

“Bueno, la flor de todos los jardines, la Berzosa”.

“De nuevo aquí me tienes”.

...Luego les entregó un videomensaje.

FRANCISCO
“El protagonismo de “Fe y Alegría” no lo tienen los organizadores. El protagonismo de “Fe y Alegría” no lo tiene el encargado de cada sitio o de cada lugar. El protagonismo lo tienen todos”. 

P. DANIEL VILLANUEVA
Fe y Alegría
“Nos ha insistido mucho en que Fe y Alegría no hay que gobernarla. Hay que canalizar la fuerza, la iniciativa y la conciencia que está surgiendo de las propias juventudes y creo que eso es la mística de nuestro movimiento”.

“Le traemos una silla roja que es el símbolo que estamos usando para defender el derecho a la educación de calidad para todo el mundo”.

Como jesuita Francisco conoce bien esta realidad en expansión con la que colaboran más de 140 congregaciones religiosas. Se trata de un ambicioso proyecto centrado en la idea de que la integración depende en gran parte de la educación.

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