Como cada año cayó “nieve” en pleno verano romano.
Se trata de la celebración del “miracolo della neve” en la que millones de pétalos de rosas blancas descendienden delante del baldaquino de la Basílica de Santa María la Mayor.
Ya es una tradición arraigada entre los romanos. María lleva 20 años participando en esta celebración.
MARÍA
“No hay palabras para describir la emoción al ver los petalos caer del cielo sobre el altar, es algo que te toca el corazón”. “Los pétalos caen y parecen copos de nieve, es algo bellísimo”.
Con ello se recuerda el milagro que dio origen al primer templo dedicado a la Virgen María en occidente y en el que se resguarda la imagen de la patrona de Roma, Salus Populi Romani.
ROSA
“Significa mucho, todos los años vengo con mi amiga, siempre vengo. Vengo con familiares, a veces al mediodia. Es una cosa que nos toca espiritualmente. Uno tiene que venir y participar para vivir esta experiencia profunda. También venimos con este afecto”.
Según la tradición, el 5 de agosto del año 358 el Papa Liberio y un matrimonio soñaron que la virgen les pedia construir un templo en el lugar al que ella enviaría una señal: nieve en pleno verano.
Ocurrió en la colina del Esquilino, donde hoy se erige el templo, construido en el año 431 y al que acuden día a día miles de personas.
LUZ
“He venido aquí, a Santa María Mayor a sentir ese calor, esa emoción”.
MILAGROS
“Tener fe, de creer mucho en la palabra de Dios, es algo que lo siento y lo llevo en mi corazón. Un lindo recuerdo de Roma.”
Santa María la Mayor, es una de las 4 basílicas papales en Roma. Para el Francisco tiene un gran significado, allí rezó el día siguiente de su elección. También acude a ante el ícono de la patrona de Roma al partir o regresar de un viaje internacional.