El Papa recibió así las cartas credenciales de la nueva embajadora de Georgia. La princesa Khétévane Bagrationi–Orsini.
La diplomática, que ya fue embajadora en el Vaticano entre 2005 y 2014, acudió a este encuentro acompañada por sus colaboradores y por su madre, que tiene 94 años.
“¡Pero esto es algo increíble! Mi madre lo recordará toda su vida”.
“Estoy tan feliz, tan feliz”.
El Papa fue especialmente tierno con la anciana, a la que estrechó la mano prácticamente durante toda la recepción.
La embajadora obsequió a Francisco con un mosaico que representa el sueño de San José elaborado por un artista georgiano. También le entregó esta cruz hecha por los jóvenes de Cáritas de Georgia... Un libro con caligrafías georgianas e imágenes de antiguos manuscritos... Y esta botella de vino tinto con unos adornos elaborados por refugiados procedentes de Osetia del Sur.
La nueva embajadora pertenece a una rama de la familia Bagrationi que reinó en Georgia desde la Edad Media hasta el siglo XIX.
Ángeles Conde