Francisco reflexionó sobre la figura de San José en el día de su fiesta. Dijo que fue un hombre justo y de fe profunda.
FRANCISCO
Fue elegido para educar a un hombre que era “hombre verdadero” pero que también era Dios. Era necesario un hombre-Dios para educar a alguien así, pero no lo había. El Señor eligió a un “justo”, a un hombre de fe. Un hombre capaz de ser hombre y también capaz de hablar con Dios, de entrar en el misterio de Dios. Esta fue la vida de José.
El Papa alabó esa capacidad que demostró San José para gestionar algo que no se puede controlar: el misterio de Dios.
Por eso rezó para que todos los sacerdotes y religiosos sean como San José. Como consejo para cultivar esta actitud dijo que es importante la adoración.
Melissa Butz
Traducción: Javier Romero